La frase "irse por los cerros de Úbeda" es una expresión idiomática en español que significa que alguien se desvía del tema principal de una conversación, se divaga o se pierde en explicaciones irrelevantes. El origen de esta expresión es debatido, pero una teoría popular sugiere que se remonta a la reconquista de Úbeda en 1233, cuando un capitán, Alvar Fáñez, se disculpó por su tardanza alegando que se había perdido "por los cerros de Úbeda".
El significado de la expresión
-Perder el hilo de la conversación:
-Cuando alguien se desvía del tema central y comienza a hablar de asuntos secundarios o irrelevantes.
-Divagar
-Cuando alguien se pierde en detalles innecesarios o en explicaciones que no son relevantes para la discusión.
-Escarnecer o evitar un tema:
-Cuando alguien, al responder una pregunta o comentario, se esconde detrás de rodeos y evasivas para no responder directamente o evitar un tema incómodo.
-Cobardía:
En algunas interpretaciones, la expresión también puede implicar un acto de cobardía o falta de compromiso, ya que la idea de perderse en los cerros de Úbeda sugiere una evasión o una falta de valentía.
El origen de la expresión:
La leyenda de Alvar Fáñez:
Una leyenda popular atribuye el origen de la expresión a un capitán llamado Alvar Fáñez, quien supuestamente se "perdió" por los cerros de Úbeda durante la reconquista de la ciudad.
Otra versión:
Se menciona la posibilidad de que la expresión se derive de los montes de Idubeda, una cadena montañosa que, según los romanos, unía las tierras de los cántabros con el Mare Nostrum.
Significado figurado:
El Tesoro de la lengua castellana o española (1611) de Sebastián de Covarrubias explica que la expresión tiene un sentido figurado, "se va despepitando por términos extraordinarios y levantados".
Interpretación irónica:
La expresión fue tomada irónicamente por los cortesanos, pues los cerros de Úbeda, aunque tienen entidad, no son suficientemente grandes como para justificar el extravío de los soldados.
En resumen, "irse por los cerros de Úbeda" es una expresión popular que se usa para señalar que alguien se desvía del tema principal de una conversación, se divaga o evita una respuesta directa. Su origen es debatido, pero una leyenda popular atribuye su origen a un capitán que se disculpó por su tardanza durante la reconquista de Úbeda.
Fue tristemente célebre la expresión en un debate televisivo: el gran problema llegó en el segmento de las preguntas, en el que Saadi se extravió revolviendo sus papeles en busca de una línea para retrucarle al flemático canciller (Caputo). Pronto el caudillo peronista perdió la compostura y a los gritos, le exigió a Caputo que le respondiera y que no se fuera “por las nubes de Úbeda”. Y ahí es donde comenzó un enigma que hasta hoy no tiene respuesta.
Comentarios
Publicar un comentario