De La República de Platón. La justicia

Sócrates y Glaucón visitan el Pireo, el puerto de Atenas, durante una fiesta, cuando son invitados por Polemarco a su casa. Ahí, encuentran al padre del Polemarco, Céfalo, lo cual comienza con la disputa sobre qué es la justicia.

Céfalo: la justicia es dar a cada uno lo que se merece.

Polemarco: la justicia es dar a cada uno lo que le es apropiado

Trasímaco: la justicia es lo que conviene al más fuerte.

Sócrates refuta las tres concepciones.

La justicia no puede ser dar a cada uno lo que se merece porque esto implicaría, por ejemplo, regresar un cuchillo al que nos lo ha prestado, pero, como el cuchillo sería ocupado para causar daño, regresarlo sería injusto.

La justicia no puede ser dar a cada uno lo que le es apropiado porque Polemarco propone como apropiado el hacer el bien a los amigos y el mal a los enemigos, pero esto llevaría a la injusticia.

La justicia no puede ser lo que conviene al más fuerte pues el más fuerte es el gobernante, y el gobernante no siempre hace lo que le conviene.

Trasímaco responde que, si el más fuerte se equivoca, entonces no es el más fuerte. Sócrates va más allá y afirma que la justicia no es para el gobernante, sino para el pueblo.

Tras esto, Trasímaco asegura que es mejor ser injusto que justo, lo cual Sócrates rechaza con tres argumentos. Trasímaco deja de argumentar, si bien Sócrates admite que sus argumentos son inadecuados pues no han dado una definición de justicia.

Comentarios