Ni el bandoneón ni el universo que rodeaba al instrumento eran aptos para las mujeres en las primeras décadas del siglo XX. Sin embargo, esa hegemonía masculina fue interrumpida por la audaz y virtuosa Paquita, bautizada Francisca Cruz Bernardo.
Paquita Bernardo desafió todas las convenciones y se convirtió en la primera bandoneonista argentina, además de compositora y directora de una orquesta integrada en su totalidad por hombres.
Paquita nació el 1 de mayo de 1900 en Villa Crespo, fue la primera mujer en tocar el bandoneón y en conformar su propia orquesta de tango
Desde niña fue amante de la música; tanto era así que tras años de súplicas sus padres aprobaron ese interés y le permitieron estudiar piano, instrumento propio de las señoritas de sociedad. Fue al conservatorio y allí se enamoró del bandoneon.
Además de estar convencida de su pasión por la música, Bernardo se opuso a seguir los mandatos sociales y no quiso aprender los oficios destinados a las mujeres de la época. Con el mismo ímpetu se negó a casarse.
A partir de 1920 comenzó a actuar en diversos cafés y salones, principalmente de su barrio, a los que solía ir acompañada por sus hermanos y donde se ganó los apodos de La Flor de Villa Crespo y La Mujer Bandoneón. Al año siguiente fue contratada por $600 mensuales —en ese momento era una suma importante— para actuar en un bar de la avenida Corrientes con el sexteto "Orquesta Paquita", . Osvaldo Pugliese con 16 años y con pantalónes cortos fue a ofrecerse como pianista; la gente que la rodeaba lo miraba con desconfianza y le decían: 'No sabemos si puede ser un buen músico', pero ella confió en él e integró su orquesta con la única condición que en el escenario usará pantalones largos,
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