Preocupación:"Se reabre un nuevo templo de la masonería". fuente La Nación

 

El edificio que data de 1917 fue intrusado dos veces; en 2022, lograron que vuelva a manos de esta sociedad; ahora, buscan levantar y poner en valor la propiedad.

“Queremos devolverle el brillo”, afirma Lomanto sobre el templo de 1917 que están restaurando y que fue un pilar en la vida cultural y social del barrio del sur de la ciudad de Buenos Aires.

“Es una tarea ciclópea”, dice Lomanto, quien es el fundador de la Logia Pedro Bonifacio Palacios. El templo que reconstruyen fue la sede de la Logia Liberi Pensatori, fundada en 1875. En su seno nacieron los Bomberos Voluntarios de La Boca, primer antecedente que sirvió para que esta institución se multiplicara en el país, fue la cuna del Club Atlético River Plate, primer centro de salud del barrio, puntapié para la creación del Teatro Giuseppe Verdi y muchas entidades culturales y de bien público. “La Boca fue un polo de la masonería”, explica Lomanto.

De quince a 20 logias trabajaron en el barrio desde finales del siglo XIX. La mayoría eran italianas. Por ese entonces La Boca era el puerto de la ciudad. De aquellos, muchos venían de Génova. Fue un enclave étnico cosmopolita, en sus calles era posible escuchar idiomas de muchos países. La masonería se hizo cargo de diseñar un orden a todo este rico perfil de personas, apoyando sus acciones en los pilares de la libertad, la fraternidad y la igualdad.

“Queremos que la masonería vuelva al barrio”, expresa Lomanto. El templo está en la calle Suárez, en un lugar olvidado, con casas intrusadas, basura en las calles, problemas de consumo, recurrentes incendios y una situación social de extrema vulnerabilidad. Todo esto sucede a 15 minutos de la Casa Rosada y a media cuadra de un punto gastronómico legendario: la pizzería Banchero. Más La Boca, imposible.

“Es el mejor lugar para que regrese la luz”, afirma Lomanto. El templo es un edificio de dos plantas, aunque muy dañado por el deterioro del paso del tiempo, se ven señales de un pasado augusto. Sufrió dos usurpaciones y en septiembre de 2022 los hermanos –así se llaman entre sí los miembros de la Orden– entraron para cambiar la historia. Solo de la planta alta, dónde se encuentra el templo, sacaron basura acumulada en seis contenedores industriales. Filtraciones, caños rotos, animales muertos, y cielorrasos podridos.

 El abandonado era total.La Logia Liberi Pensatori nació en 1875 en La Boca y hasta tener templo propio, trabajó en otros que le fueron prestados. La particularidad es que se trató de unas de las que más penetró en el quehacer diario del barrio, sus miembros tuvieron un compromiso altruista elevado. Tanto fue así que en 1904 crearon una mutual (con personería jurídica desde ese año) que tuvo el mismo nombre que la logia y que se encargó de ofrecer asistencia a los vecinos.


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