Funcionó durante tres décadas, tenía una extensión de 30 kilómetros y el ingreso al puesto número 1 aún se conserva en pleno centro porteño.
La Ciudad de Buenos Aires tiene miles de historias que fueron prácticamente olvidadas, a pesar de que todavía se conservan algunos registros históricos que las comprueban. Una de ellas es la que guardan los restos de la estación central del correo neumático.
En simples palabras, el correo neumático fue un servicio de mensajería que se utilizó en las grandes ciudades del mundo, entre las últimas décadas del siglo XIX y hasta comienzos del siglo XXI.
En el caso del instalado debajo de la Ciudad de Buenos Aires, solo permaneció en funcionamiento durante tres décadas. Pero, en aquella época, era muy popular y tenía un alcance de 30 kilómetros.
El correo neumático es un servicio de mensajería que inventó el escocés William Murdoch a comienzos del siglo XIX y que se instaló, por primera vez, en Londres, Inglaterra. Allí comenzó a funcionar en 1853, entre la Bolsa de Valores y la estación de telégrafos.
Como su nombre lo indica, este sistema está compuesto por un circuito de tubos neumáticos. En uno de sus extremos, se produce una corriente de aire capaz de empujar, mediante el accionar de una bomba, un pequeño objeto. Luego, al llegar a la mitad del recorrido, el mismo es succionado por una segunda bomba, emplazada en el otro extremo.
En palabras más técnicas, es un dispositivo que funciona como un sistema combinado y alternado de presión y vacío.
Fuente: Billiken. Ignacio Risso
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