Leer es un hábito entrañable. Y diverso.
No sólo de las letras surgen los textos.
Leemos en los ojos del otro, en sus modos, en su deseo.
Leemos el cielo y el devenir que algunos llaman tiempo.
Leemos mapas, puntos cardinales, estrellas.
Las líneas de la mano, la borra del café, la suerte de los naipes.
El motivo del pincel en la tela y el énfasis del golpe que talló la madera o la piedra.
Leemos sonrisas, pesadumbres, dudas.
Leemos el pasado y los sueños. Huellas y rastros.
La cadencia de la nota y el paso de baile. El diseño de un objeto y su intención.
Leemos situaciones, imágenes, paisajes. Señales, sonidos, códigos, silencios.
Leemos lo que somos y las palabras que faltan para ser.
Vivimos leyendo lo que la vida escribe a su arbitrio. Y aquello otro que la muerte relata y, como todo buen final, no debe revelarse.
Guillermo Bogani
Comentarios
Publicar un comentario