Folklore. Una perlita de los fronterizos

 

La primera formación era un trío, integrado por: Gerardo López ―quien sería llamado «la voz de Los Fronterizos»―, Carlos Barbarán y Emilio Solá. En 1954, Solá se retiró y fue reemplazado por Cacho Valdez.

Valdez fue reemplazado por Eduardo Madeo, quien quedaría como definitivo. Casi en simultáneo se sumó el guitarrista Juan Carlos Moreno,1​ el tercer «histórico» que ―junto a López, Madeo y Barbarán― conformó el cuarteto que grabaría los primeros simples.

En 1956, Barbarán fue reemplazado por el cantante, compositor y arreglador César Isella. Sus extraordinarias voces y los novedosos arreglos musicales fueron muy admirados y sus discos alcanzaron altos niveles de ventas.

Tras unos primeros años de actuaciones locales, Isella, López, Madeo y Moreno viajaron a Buenos Aires para participar en programas de radio.

En 1964 les llegó la consagración internacional, tras la grabación de la Misa criolla de Ariel Ramírez. El gran éxito cosechado por esta obra les llevó a actuar en los más importantes auditorios del mundo. El conjunto fue consolidándose y haciéndose conocido entre el gran público, con la colaboración del guitarrista y cantautor Eduardo Falú, del pianista y compositor folclórico Ariel Ramírez y del percusionista Domingo Cura.

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